- Con un paño limpio y seco con algo de alcohol, líquido desinfectante o de limpieza de muebles.
- limpia las teclas por encima.
- Utiliza hisopos para llegar a los lugares más complicados.
- Comprando una lata de aire comprimido, o con un secador de cabello para volar la suciedad a la fuerza.
- Luego dando vuelta el teclado y sacudiéndolo levemente quitaras el polvo.
- Removiendo las teclas, cuando es posible, y limpiarlas individualmente con agua y un cepillo.
Recuerda evitar el uso de papeles ya que se irán rompiendo debido a estar húmedos y las partes desprendidas quedarán pegadas. También es importante no aplicar los líquidos sobre el teclado, y al hacerlo sobre el paño hacerlo en cantidades moderadas para evitar dañarlo.
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